
Los fascistas triunfan, sólo si los demócratas callan…
VOX está aquí. Es “otro” ejemplo, ahora explícito, de un “silencio” cómplice por parte de muchos estamentos, políticos, militantes, votantes. Se ha hecho muy presente en todo. Ha irrumpido con fuerza, apoyo mediático, muchos votantes. Diferentes estamentos dicen que no lo quieren. ¿Seguro? Está en muchos sitios. ¿Ha venido o… nunca se fue? Ahora reaparece con otro nombre. Llevaba 42 años con piel de cordero. Pero era el lobo del franquismo, del fascismo. Ahora… está entre vosotros. Como tantos otros “Vox” con pieles diferentes.
¿Dónde es evidente su presencia…? ¿Quiénes mantienen vivo el fascismo…?
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En la Monarquía. Ahí están los partidos y políticos claros y fervientes defensores. Todo quedó “Atado y bien atado”. Continuidad tácita. Una monarquía “colada” en una Constitución manipulada porque se sabía que la sociedad quería república. Nadie dijo nada. Nadie ha cuestionado nada. Se ha visto cómo es y actúa. Es inviolable. Ni siquiera se quiere investigar. Franco lo puso. Y ahí sigue…
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En la Iglesia. Se defendía un Estado laico. Pero sigue la enseñanza religiosa con la colaboración del Estado. Subvenciona centros y congregaciones, estructura. Mantiene sin problema el acuerdo con la Santa Sede, por encima de la Constitución; ayudas de muchos tipos y sin exigencia alguna. Y diciendo que “el Espíritu Santo” quiere la unidad de España. Con organizaciones católicas que practican lo contrario de lo que enseña el verdadero cristianismo. ¡Franco iba bajo palio! Ahora no se atreven a tanto. Pero ahí están…
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Ejército. Ejército sin reducciones en los mandos, sin replantear nada, un monstruo inmenso que se come los recursos del Estado. Un Ejército que vigiló la Constitución. Un ejército cuya última victoria fue contra el propio pueblo democrático español. En él sigue mucho espíritu franquista.
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Fuerzas de orden público. ¿O “desorden” público? Eso demostró la actuación de la Guardia Civil en Catalunya cuando millones de pacíficos votantes sólo querían votar. Fuerzas que demuestran arbitrariedad según se publica. Inventan informes que desautorizan jueces valientes. Represión y violencia injustificada y que cantan “a por ellos”. “Ellos” son demócratas. Ahí sigue mucho franquismo enquistado. ¿Son equiparables a las de los Estados verdaderamente democráticos europeos?
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Justicia. Un Consejo General del Poder Judicial que lleva años con su mandato vencido, pero sigue nombrando jueces con clara tendenciosidad ideológica. Unas salas del Supremo que instruyen juzgan, sentencian, con criterios contrarios a la de sus colegas europeos. Un Supremo que, como declaró un Senador, estaba dirigido desde atrás. Una fiscalía que retuerce el código penal hasta conseguir la acusación que desea. Un tribunal superior de justicia controlado por detrás por la derecha mientras la izquierda mira para otro lado. Una justicia que permite que VOX actúe de acusación particular. Lo blanquea descaradamente.
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Sin memoria histórica. Los muertos siguen en las cunetas 42 años después. Sólo Camboya, tristísimo ejemplo, en todo el mundo nos gana en muertos en la cuneta. ¡Cómo íbamos a mover tierra si hemos sido incapaces de anular sentencias sumarísimas contra quienes lucharon por la libertad defendiendo la Republica legalmente constituida ante un golpe militar fascista! O de los perdedores exiliados o fusilados. 41 años de mausoleo para gloria del dictador sin que la izquierda en el poder hiciera nada. ¡Y ahí sigue el olvido histórico…!
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Caciquismo permanente. El PER en Andalucía sigue ayudando a los caciques a seguir siendo lo que han sido siempre; explotadores. Las mayores subvenciones agrarias van… a Madrid. Allí viven quienes se benefician de que nunca se haya ni iniciado la prometida reforma agraria.
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Represión en Catalunya. Catalunya confió en la transición. Fue traicionada. El Estado nunca cumplió. Predominó el expolio, la colonización, el menosprecio. Cuando millones de catalanes reaccionaron y querían votar, cuando su Parlamento decidió, se aplicó un 155 ampliamente apoyado. Castigó, castiga porque sigue tácitamente vigente, a “todos”. Después, un juicio que pasará a la historia de la manipulación e “injusticia”. Ahí siguen las tácticas fascistas.
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Sindicatos 42 años de sindicatos oficiales y oficialistas. Sindicalistas que se infiltraron en el sindicato vertical prometiendo un auténtico sindicalismo democrático. Hoy están en los departamentos de recursos humanos de las grandes empresas. No representan ni defienden a los obreros. Nada en absoluto a los de Catalunya.
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Partidos de izquierdas y republicanos. ¿Dónde están sus promesas antes y durante la transición? Apoyaban el “derecho de autodeterminación” de Catalunya. Ofrecían federalismo, transparencia, democracia real. ¿Dónde están hoy aquellos dirigentes y sus ofertas? En el más puro capitalismo, centralismo, liberalismo. Defendiendo la monarquía. Ni un solo movimiento para anular el fascismo tan presente.
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Y hay más…, mucho más…
¿Y dicen que no quieren fascismo? 42 años sin hacer vuestro trabajo. 42 años buscando una silla sin cambiar nada. Vosotros no habéis eliminado el fascismo. Os habéis unido a él. Habéis sacado a VOX de su caverna y lo habéis hecho desde la dejación de vuestras responsabilidades, obligaciones, que teníais como izquierda, como demócratas. No habéis sido valientes para cumplir vuestras promesas, vuestra razón de ser tanto como políticos de izquierda como sindicalistas. La historia os juzgará. Ya lo hace, lo hacemos muchos, que creímos en vosotros, pero seguimos creyendo en la verdadera democracia, libertad, justicia social.
Los fascistas triunfan si los demócratas callan. Pero… ¿se puede calificar de demócratas a quienes amparan el fascismo, callan ante él…? ¿En qué les convierte su silencio cómplice…?
Paco Martínez – Grup de treball Sectorial Jubilats de la ANC y miembro de Súmate
03/11/2020
Sí senyor. Veritats com punys…