

El Estado español no rectifica nada
Se divulga que el independentismo está desanimado. Pues no es no lógico ni conveniente. ¡Al contrario! Veamos…
¿Qué motivó el independentismo? La conciencia de que Catalunya había creído y cumplido, pero el Estado español no. La evidencia de un reiterado incumplimiento por parte de España en “todo”: Constitución, Estatutos, Presupuestos anuales, acuerdos puntuales. Conciencia de un expolio que cada día aumenta, como denunció The Wall Street Journal. Conciencia de infraestructuras aprobadas y no ejecutadas. Conciencia de que los gobiernos no cumplen ni siquiera sus propias leyes para atenciones sociales. Conciencia de que Catalunya ofrece lo más democrático que existe: un referéndum y España responde con violencia policial que escandalizó al mundo democrático y juicios que ponen en evidencia la justicia internacional. Conciencia de que están castigando a “todos” quienes viven, trabajan, tributan, en Catalunya. Todo eso sigue igual y agravándose. ¿Ha rectificado algo el Estado español? Nada. Al contrario. Nuevo indicador de “colonización”: se impone el 25% de castellano en las clases. Pura decisión judicial de autoritarismo. ¡Quien manda, manda! ¿Ha rectificado algo el Estado español? ¡Nada!
¿Desánimo? No! ¡Al contrario!
España ha sido degradada por The Economist a democracia “defectuosa”. Y eso “antes” del espionaje que pone en evidencia las contradicciones y miserias del Estado en el que todos mienten. Y, en Catalunya, muchos callan. Callan el PSOE, PP, Vox, Ciudadanos, grandes patronales, grandes sindicatos, con sus militantes, afiliados, votantes. Callan, encubren, los grandes partidos, los grandes medios, la inmensa mayoría de la sociedad española. ¡Cada día que pasa hay más motivos porque cada día crece el expolio, el perjuicio, la colonización, el menosprecio que afecta a “todos”.
¡Hasta dónde hemos llegado! ¿Dónde estábamos hace varios años y dónde estamos ahora? ¿Cuántos éramos y cuántos somos ahora? Somos muchos más y tenemos muchos más motivos que hace años. No sólo no cabe el desánimo. Hay motivos para aumentar el ánimo por seguir luchando, vía pacífica y democrática, para que la sociedad catalana consiga el bienestar, la democracia, la libertad, la consolidación de su identidad, como merece gracias a su independencia.
La sociedad civil, nosotros, los transversales, tenemos mucho trabajo. Nos fallan los políticos que hemos elegido. Los que se dicen partidos independentistas están divididos, se excluyen entre sí. Han fracasado o ni siquiera lo intentan de verdad. Juntos, la sociedad civil transversal hemos de ser capaces de demostrar que seguimos ahí porque queremos lo mejor para nuestras familias, queremos una verdadera democracia, el bienestar que merecemos. Hemos de materializar una desobediencia pacífica, demostrar una fuerza capaz de hacer caer a quienes nos quieren poner barreras. La “Estaca” de Lluís Llach ha de ser uno de nuestros himnos.
Como tantos compañeros, he viajado, con mis propios medios y gastos, por toda Catalunya explicando los beneficios de una Republica catalana. He escrito cientos de artículos en periódicos digitales y en la Web de la Sectorial Gent Gran de la ANC demostrando los constantes, injustos, crecientes agravios contra todos los que vivimos en Catalunya por parte del Reino de España. He trabajado en el Secretariado Nacional de la ANC elegido en la convocatoria del 2018.
He envejecido 10 años. He enfermado, me he recuperado. A pesar de mis 82 años, sigo en la lucha con mis compañeros de la Sectorial Gent Gran de la ANC. ¿Por qué? Por mí, por mis hijos, por mis nietos, por Catalunya. ¡Porque cada día hay más motivos!
Comprendo a quien se desanime, pero no hay que rendirse. No podemos consentir más expolio, más humillación, más desprecio, más engaño. En la medida que crecen los abusos por parte de España, ha de crecer nuestra convicción, determinación, de seguir trabajando para quitarnos de encima este Estado que nos explota y menosprecia.
¡Basta de aguantar los gritos de “¡a por ellos!” ¡Basta de ser vigilados por el Estado hasta en la intimidad de nuestros domicilios, en nuestras escuelas! ¡Basta ya de una ley mordaza, denunciada por todas las organizaciones de defensa de los derechos humanos! ¡Es hora de gritar “¡a por nosotros!, por nuestra Nación libre, por nuestra República soberana, por nuestra verdadera democracia “PLENA”. ¡Por nuestra propia familia!
¡Ahí está el Consejo por la República que ofrece una vía innovadora, democrática, pacífica, pero ambiciosa! Ahí está la ANC con una propuesta de opción transversal para presentarse a elecciones. Ahí están miles y miles de votantes conscientes, responsables. ¡Sumemos y vayamos juntos! Es lo coherente. Lo incoherente es darse por vencido ante un Estado expoliador, colonizador, maltratador, menospreciador que solo utiliza la violencia judicial, policial, económica, cultural, para imponerse. Asimov dijo: “La violencia es el último recurso de los gobernantes incompetentes”. En España es el “único” recurso. ¡Razón de más para seguir luchando con mayor decisión, compromiso!
¿Desánimo? ¡No! ¡Al contrario! ¡Cada día se añaden más motivos para luchar por la independencia!