CARTA AL MHS PRESIDENTE DE LA GENERALITAT VALENCIANA

No ha llegado el MHS Ximo Puig a la conclusión, que seguro la culpa de que un derecho reconocido internacionalmente por la ONU no se haya podido realizar en Catalunya y que la celebración de un referendo fuera despenalizada en 2005 y sin embargo se nos acusara por haber celebrado un referendo el 2017, haya sido debido a la violencia ejercida policial, jurídica, institucional del Estado Español. Como puede pensar usted que la independencia no ha servido para nada. La violencia que aún hoy continua sobre Catalunya con más de 3.000 imputados judicialmente, la condena en un juicio parcial y vengativo de Sedición, el vergonzante perdón de nuestros líderes después de haber cumplido casi cuatro años de condena injusta según juicio de varios estados democráticos Europeos, nos ha servido para comprobar que clase de democracia impera en este país llamado con la boca llena, “democracia plena” que en otros estados más de plena democracia “no se ha producido por votar un referendo” e incluso se ha podido pactar con el propio gobierno

Razone un poco Señor Puig, el estado Español siempre ha recurrido a la violencia y la represión para relacionarse con los problemas internos de su sociedad, Tres guerras Carlistas varios golpes de Estado militares, ni siquiera dentro del cuerpo de la policía nacional existe un departamento especializado en el dialogo de conflictos, esta forma de actuar posiblemente viene del hecho de que desde su perdida de su imperio en el continente americano y en el pacífico, sus fuerzas armadas solo han ganado una guerra la que ejecutaron contra su propio pueblo y por eso lo tratan como lo que es para ellos, un enemigo derrotado… Todos sabemos que las instituciones Españolas acostumbran a ser débiles con el fuerte y fuertes con el débil y sobre todo muy fuerte con los que vencieron y reprimieron durante siglos que no dejan de ser los que mantienen al Estado dirigido por los vencedores que son vividores de ese Estado.

En España no hay línea de separación entre los diferentes poderes del Estado, se comprueba que constantemente los políticos interfieren en la justicia, presumiendo de controlar las salas del supremo por detrás, como que el alto poder judicial haga la política interfiriendo en el propio parlamento al forzar con veladas amenazas a la presidenta de este para que expulse a un diputado, también hemos oído asegurar en una conversación grabada entre, un ministro y un juez anticorrupción diciéndole uno al otro que, ante un caso dudoso de legalidad, recurre a los fiscales que te lo afinan… solo así se entiende que el espíritu militaroide de defensa de la unidad de la patria se extienda no solo a los militares, sino también a cualquier servidor de las instituciones de este Estado…